Este articulo expone todo lo que necesitas saber sobre el test de provocación de dolor pélvico posterior (thigh thrust test). Se explica para que sirve, como realizarlo correctamente, así como la evidencia científica que respalda este método de valoración en fisioterapia.
Introducción al Test de Provocación de Dolor Pélvico Posterior (Thigh Thrust Test)
El Test de Provocación de Dolor Pélvico Posterior, también conocido como Thigh Thrust Test, es una herramienta diagnóstica utilizada ampliamente en el ámbito clínico para evaluar la disfunción en la articulación sacroilíaca. Esta prueba es especialmente relevante en poblaciones como las mujeres embarazadas, donde las quejas de dolor lumbopélvico son frecuentes. A través de este artículo se pretende ofrecer una visión detallada y profesional sobre la técnica, la utilidad, y la base de evidencia científica que respalda el uso del Thigh Thrust Test.
Descripción del Test
Procedimiento General del Test
El Thigh Thrust Test se realiza con el paciente en posición supina. Los siguientes pasos describen el procedimiento estándar:
- El paciente se coloca en posición supina.
- El terapeuta se posiciona al lado del paciente, del lado que no presenta síntomas.
- Se flexiona la pierna del lado sintomático a 90 grados en la cadera, mientras se mantiene una ligera aducción.
- Una mano se coloca sobre el sacro para estabilizar la pelvis, mientras que la otra mano aplica una presión longitudinal a través del fémur, generando una fuerza de cizallamiento en la articulación sacroilíaca.
- Se realizan entre tres y seis impulsos de alta velocidad, aumentando gradualmente la presión.
Variante del Procedimiento
- Situación similar en posición supina.
- Flexión de la cadera y la rodilla a 90 grados del lado a examinar.
- Estabilización manual de la pelvis contralateral sobre la espina ilíaca anterosuperior (ASIS).
- Aplicación de presión suave y continua a lo largo del eje del fémur.
Indicaciones y Utilidad Clínica
El Thigh Thrust Test es esencial para diagnosticar la disfunción de la articulación sacroilíaca y diferenciar entre el dolor de cinturón pélvico y el dolor de espalda baja. La reproducción del dolor familiar en la articulación sacroilíaca indica un resultado positivo, sugiriendo la presencia de disfunciones o alteraciones en dicha articulación.
Evidencia Científica y Fiabilidad
La aplicación de este test está respaldada por investigaciones que valoran su sensibilidad y especificidad. Según estudios como el de Lester et al. en 2005, la sensibilidad y especificidad del test son de 88% y 69%, respectivamente. Adicionalmente, la prueba muestra una alta confiabilidad interevaluador con un índice kappa de 0,64-0,82 (p<0,001) en estudios de moderada a alta calidad metodológica.
También se recomienda usar un conjunto de pruebas (cluster) para confirmar el diagnóstico dado que los valores predictivos positivos y negativos oscilan entre 25%-70% y 88%-92%, respectivamente. Si tanto el distraction como el thigh thrust test provocan dolor familiar, el diagnóstico puede ser considerado confirmado, mientras que si solo uno de los tests es positivo, se sugieren pruebas adicionales.
Conclusión
El Thigh Thrust Test es una herramienta diagnóstica valiosa y confiable para la evaluación de la disfunción de la articulación sacroilíaca. Su uso, especialmente en conjunto con otros tests, permite una aproximación diagnóstica más precisa en pacientes con dolor lumbopélvico. A pesar de su utilidad clínica, es fundamental realizar el test con precaución y seguir capacitándose en las técnicas adecuadas para maximizar la precisión de los resultados y minimizar cualquier riesgo para el paciente.
Profesionales de la salud deben considerar tanto la evidencia científica como su experiencia clínica al aplicar este y otros tests diagnósticos, argumentando una práctica basada en la mejor evidencia disponible y el juicio clínico.